Marroquinería de calidad hecha en España, moda consciente y con mucha personalidad: así son los diseños que fabrica esta firma desde su taller de Murcia
Por Isabel Sauras
Lanzar una marca de bolsos diferentes y auténticos podría resultar una aventura efímera o un viaje enriquecedor y duradero que no perdiera nunca de vista el rumbo inicial. Por suerte, la historia de Gloriaca comenzó hace diez años de la mano de mujeres luchadoras de tres generaciones y todavía promete tener mucho que contar.
Todo comenzó en 2012, cuando las hermanas Gloria y Susana Olmos aprovecharon un punto de inflexión en sus vidas para lanzarse a crear una marca de marroquinería que rompiera con los estándares del mercado y que no dejara indiferente a nadie. Un diseño cilíndrico hizo el resto y así nació Gloriaca.
El objetivo desde el principio era alejarse de la producción en serie y crear bolsos singulares y atemporales que sirvieran para el día a día y también para ocasiones especiales. Artículos de mucha calidad, hechos a mano y que reflejaran siempre el espíritu de la marca, pero también la personalidad de cada clienta.
Reto cumplido: Gloriaca es hoy una enseña que apuesta por la atención al detalle en su máxima expresión, un valor que comparte con Cervezas Alhambra. Para la casa granadina, la artesanía es mucho más que una tendencia, es una manifestación como ninguna otra de esa manera de crear prestando atención a cada fase del proceso. Los artesanos son auténticps Maestros del Tiempo.
Gloriaca, mucho más que un proyecto familiar
Las hermanas Olmos crecieron entre máquinas de coser, hilos de seda, alfileres y dedales porque su madre era modista, por eso no es de extrañar que, en algún momento de su vida, se cruzara por su mente la idea de crear moda. Gloria diseñó un bolso cilíndrico (que después se convertiría en el icono de la firma) y Susana propuso la idea de comercializarlo y crear una empresa real, al tiempo que las manos expertas de su madre hicieron posible que esas ideas tomaran forma.
Los comienzos, como ocurre casi siempre que se arranca un proyecto, fueron algo complicados, pero el boca a boca funcionó y esos primeros bolsos creados por Gloriaca consiguieron paulatinamente conquistar al público gracias a su calidad, a la originalidad de sus diseños y a una inteligente estrategia empresarial que ha conseguido situar a la firma en un escaparate infalible: las manos de caras conocidas del mundo de la moda y de las redes sociales.
Hoy, Ángela y Berta representan a la tercera generación de mujeres al frente del negocio familiar y el futuro se ha vuelto aún más prometedor para Gloriaca en sus manos. Este proyecto es mucho más que otra firma de bolsos 'made in Spain'. Es una apuesta firme por el consumo de moda responsable, por la sostenibilidad en la fabricación de sus productos y en el origen de los materiales. Por eso, en todas las piezas de marroquinería que salen del taller se concentra un espíritu de moda lenta que ha hecho de la marca un referente del mercado por una filosofía que convence y conquista.
Un proceso de fabricación que importa y mucho
Todos los bolsos de Gloriaca están diseñados y elaborados en el taller que la empresa tiene y ha tenido siempre en Murcia. Cada diseño reivindica la belleza y la artesanía de la marroquinería española de calidad, cosida despacio, a mano y con mimo, donde los detalles marcan la diferencia. Tanto es así, que sus bolsos no están forrados por dentro, para que se pueda apreciar cada pespunte, cada remache y cada pequeña imperfección que convierte a estas piezas en verdaderas joyas únicas.
Ni que decir tiene que los materiales están escogidos con esmero: las pieles son de primera calidad, los flecos de seda y la peletería auténtica. A veces, las mezclas de texturas y colores son más arriesgadas y otras resultan más neutras, pero siempre tratan de ser piezas originales que no pasen desapercibidas. La guinda del pastel la ponen telas y colores inspirados en el traje regional murciano, el vestido huertano, como muestra de cariño a su tierra.
Todos los diseños huyen de las modas pasajeras y pretenden ser piezas atemporales que perduren en el tiempo y que nunca pasen de moda. Pero si hay una característica de un bolso de Gloriaca, “un Gloriaca”, que destaca entre las demás es su personalidad. Cada bolso está customizado con unos detalles diferentes: son todos distintos y, sin embargo, son inconfundibles.
Todo un logro en un mercado competitivo en el que lo difícil es mantener la autenticidad. Además, para identificar a la firma, todos los diseños incorporan una etiqueta de piel cosida a mano que los numera y autentifica.
Su conexión con la artesanía y la singularidad conecta a la marca también con Cervezas Alhambra, que admira la labor de los artesanos que creen en lo que hacen, que con su trabajo minucioso hacen grandes las pequeñas cosas y que bendicen sus oficios día a día con mucho amor y esfuerzo. La artesanía es para la cervecera granadina un emblema que recuerda el valor impagable del trabajo de aquellos maestros cerveceros que crearon algo tan único como Alhambra Reserva 1925 hace casi cien años.
En la variedad está el gusto
Las piezas más icónicas de Gloriaca son los bolsos en forma de cubo, uno grande con bandolera y otro en formato mini con asas de mano. Para confeccionar estos bolsos.se combinan hasta cinco tipos de piel en diferentes tonos y se superponen los detalles, ya sean piezas de peletería, flecos de colores, piezas metalizadas o aplicaciones de refajo huertano que llevan a Murcia por bandera.
Al tratarse de productos tan artesanales, cada pieza es diferente a la otra, pero, además, Gloriaca pone a disposición de su clientela otros diseños de edición limitada, de los que solo se fabrica un número muy pequeño de piezas. Pero no todo en Gloriaca son los cubos: en sus colecciones también encontramos propuestas más informales y minimalistas en tamaño XL y XS, carteras de mano con diseños originales e incluso accesorios para las mascotas.
Imágenes | Facebook de Gloriaca
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