Mantas del mejor mohair elaboradas como siempre para un invierno más cálido.
Por Isabel Sauras
Pocas cosas hay más reconfortantes que acurrucarse bajo una manta en un día gélido de invierno con una Alhambra Reserva Roja (de trago lento y perfecta para los días sin prisa de esta estación). Y si hablamos de invierno, calidez y artesanía, es imperativo hablar de Mantas Ezcaray, que lleva desde 1930 aportando calor a nuestros hogares con sus productos artesanos de mohair.
Desde el municipio riojano de Ezcaray, en la Rioja Alta, esta empresa familiar fabrica para toda España y para exportar al extranjero verdaderas obras de arte, no solo por su riqueza artesanal sino por la elegancia de sus diseños. Mantas Ezcaray es una marca con un espacio reservado en los hogares de quienes aman el buen diseño: ese que no pasa de moda porque nació atemporal, poniendo en valor la tradición y el saber hacer de siempre.
En Ezcaray desde 1930
Las nuevas generaciones hablan con orgullo del pasado de Mantas Ezcaray y de cómo el riojano Cecilio Valgañón transformó, allá por 1930, una pequeña producción de paños en una importante empresa de pañuelos, bufandas, echarpes y mantas desde su taller de telares manuales.
En la empresa, siempre se han utilizado las mejores fibras naturales para la elaboración de los productos, pero no fue hasta 1950 cuando el mohair cobró especial protagonismo y se hizo el rey del taller, dando el esperado empujón a Valgañón para para convertir su pequeño taller en una empresa con gran proyección.
En 1970, Mantas Ezcaray ya contaba en sus filas con la incorporación de los hijos del fundador y en al actualidad es la tercera generación de la familia Valgañón la que ha tomado las riendas del próspero negocio, consiguiendo un imparable crecimiento y expansión que ha hecho que las mantas de Ezcaray se conozcan y valoren en todo el mundo.
Hoy, la fábrica es mucho más importante de lo que quizás nunca pensó su fundador y, a pesar de que en los talleres de Mantas Ezcaray trabaja gente joven, parece que en sus telares se hubiera parado el tiempo. Porque cada paso del proceso de fabricación se realiza de forma absolutamente manual y artesana. Sin prisa, como reza la filosofía de Cervezas Alhambra, dejando que el propio tejido marque el ritmo. Desde que se desenredan las madejas hasta que se cepillan las piezas y se procede al etiquetado, al estilo tradicional y con un cuidado extraordinario, como se hizo siempre.
El proceso de fabricación elevado a la categoría de arte
Cuando una empresa consigue no solo perdurar en el tiempo, sino crecer exponencialmente sin abandonar las técnicas de fabricación de antaño, es porque las cosas se están haciendo muy bien. De hecho, en esta empresa riojana son los únicos fabricantes artesanales de mantas y accesorios de mohair que prevalecen en España y probablemente uno de los últimos supervivientes en el resto del mundo.
Tiene mucho mérito que se hayan sabido conservar y poner en valor los oficios de maestros cardadores, tundidores, tintoreros y tejedores tal y como se entendían en el siglo XV. Y que las mantas, bufandas y echarpes que salen de Mantas Ezcaray se sigan elaborando según las artes tradicionales en el lavado, teñido de la lana y en los procesos de acabado. Auténticos Maestros del Tiempo contemporáneos.
“Solo las manos expertas de nuestros trabajadores son capaces de analizar minuciosamente todos los detalles en nuestras mantas en toda la fase del proceso productivo hasta que el producto está terminado. El paso a paso se lleva a cabo en nuestras instalaciones de Ezcaray, con las dificultades que ello conlleva, por lo que estamos muy orgullosos de seguir fieles con la filosofía de vida de Cecilio Valgañón”, explican con contundencia desde Mantas Ezcaray.
Más allá del diseño impecable y la exquisita calidad de todos sus productos, la empresa destaca por ser un ejemplo de sostenibilidad y trabajo responsable. En Mantas Ezcaray únicamente se trabaja con fibras naturales escogidas cuidadosamente entre las mejores, como el mohair procedente de Sudáfrica, el cashmere de Mongolia o la lana de merino importada de Australia.
“Estas fibras naturales son seleccionadas de forma cuidadosa y meticulosa junto a nuestros proveedores, con quienes compartimos valores, compromisos y años de experiencia trabajando de la mano. Todas las fibras naturales que adquirimos provienen de animales que se cuidan de forma excepcional tanto en las granjas donde viven y pastan libremente como durante la esquila”, concluyen.
Imágenes | Mantas Ezcaray
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