Maestros del tiempo
Frambuesas, habas, pomelos, lenguado y todo un surtido de frutas, verduras y pescados de marzo marcan el rumbo hacia el comienzo de la primavera
Por Esther Morales
Cuando el invierno empieza a dejar atrás su blanco manto y sus días de frío, la naturaleza entabla su transición primaveral. Un equinoccio que, oficialmente, da comienzo a las 16:33 horas del día 20, pero que comienza a hacerse evidente mucho antes, a través de los alimentos de temporada de marzo.
A estas alturas del año, la floración todavía no se encuentra en todo su esplendor y el allegro de Vivaldi no llega a resonar en nuestras cabezas. Son días en los que las bayas empiezan a asomarse tímidamente en los bosques y en los que los almendros se visten de blanco, casi como al ritmo de una suite de Stravinsky o de su famosísima ‘Consagración de la Primavera’.
Un camino hacia los días de ocio en las calles, de temperaturas suaves y de todo un espectáculo de sabores que se terminará adentrando en nuestra cesta de la compra. Frutas y verduras de marzo que son el adelanto de una deliciosa estación, repleta de color, de ferias y romerías, o de aires florales, como los que encontramos en variedades tan exquisitas como Alhambra Reserva 1925.
¿Cuáles son los alimentos de temporada de marzo?
En marzo, la huerta y los mares vuelven a despertar. Dejan a la deriva las gélidas temperaturas que solo soportan las verduras de invierno y empiezan a renacer los productos naturales que irán directos a nuestras despensas en primavera. Verduras de marzo, como la acelga, el ajo, la alcachofa, el apio, la berenjena, el brócoli, el calabacín, la calabaza, la cebolla, la coliflor, la escarola, el espárrago verde, las espinacas, las habas, la lechuga, el pepino, el pimiento, el puerro, el rábano, el repollo, el tomate y la zanahoria, que son la evidencia de todo el espectáculo de sabores que nos espera en primavera.
Le acompañan las frutas de marzo, que son el aguacate, la frambuesa, la fresa y el fresón, el kiwi, el limón, la mandarina, la manzana, la naranja, la pera, el plátano y el pomelo; así como los pescados de marzo, que son la anchoa y el boquerón, el atún rojo, la bacaladilla, el bacalao, el besugo, la caballa, el cabracho, el congrio, la dorada, la faneca, el gallo, el lenguado, la lubina, la merluza, el mero, la palometa, el pargo, el pez de San Pedro, el pulpo, la raya, el rodaballo, el salmón, la sardina, el sargo, la sepia y la trucha.
Pero, ¿cuáles son los reyes de la temporada? ¿Con qué alimentos de marzo merece la pena vestir nuestros platos de primavera? Estos tres clásicos del mes son la respuesta.
Frambuesa: un rojo manjar primaveral
Una fruta de marzo dulce y delicada, a la que el cine francés convirtió en todo un icono cuando puso frambuesas sobre los dedos de la pequeña Amélie a modo de dedal. Su naturaleza silvestre no deja muy claro su origen, pero no hay duda de que Europa es uno de los entornos donde mejor se ha sabido desarrollar. No hay que dejarse engañar por su aspectos grácil, porque es apta tanto para usar en la repostería más sofisticada como en una fresca ensalada con toques ácidos. Su temporada es bastante corta, así que merece la pena hacerle un hueco -eso sí, de excepción- en los estantes de nuestro frigorífico.
Lenguado, humilde manjar
En la Antigua Roma, era conocido como la sandalia de Júpiter, en honor al padre de dioses en la mitología de la época. Un dato que ya nos da bastantes pistas sobre lo venerado que era este pescado de marzo en tiempos de antaño. Se trata de uno de esos productos que, en el plato, toman protagonismo por sí solos. De hecho, con solo elaborarlo a la plancha, obtendremos un riquísimo abanico de sabores y texturas, perfecto para acompañar con una sencilla salsa verde o con las notas afrutadas y el interesante perfil seco de Alhambra Lager Singular.
Haba, legumbre de leyenda
Una legumbre de leyenda que, en su versión mágica, crecía tanto que servía de escalera para castillos de gigantes. Pero la verdadera fantasía de las habas tiene lugar sobre la mesa, donde son aptas para todos los tipos de interpretaciones. ¿Las recetas que nunca fallan? Sin duda, salteadas, con un toque de ajo y un poco de jamón; o en cualquier guiso de temporada, que todavía en el mes de marzo resulta reconfortante.
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