Planes - Rutas
Un mapa para perderse: sobre el placer de elegir tu propia aventura en Murcia
Sin rumbo, sin prisa y con un mapa de Murcia en mano que, más que guiarnos, nos inspira. Un escaparate para asomarse y adentrarse, desde el prisma más creativo, en la esencia de una tierra a caballo entre el Mediterráneo y la huerta. Nos escapamos al hogar de las marineras y los paparajotes para celebrar el significado del aquí y el ahora.
Entre arte, sabores, planes al aire libre y experiencias que no solo se admiran, sino que también se sienten. Así es la Murcia del ilustrador Juan Fardo, creador de este Mapa para Perderse que bien podría pasar por una novela de ‘elige tu propia aventura’ a orillas del Mediterráneo. Acompañamos al artista y nos adentramos en su universo repleto de color a través de las paradas imprescindibles de la ciudad.
Todas las distracciones de una ciudad
Este paseo comienza con dos centros culturales: en cualquier orden. Entre ellos se ubica una ciudad de distancia repleta de distracciones, pero es justo para lo que está ideado este mapa, para perderse.
Y para comenzar el día, Juan Fardo recomienda un par de pasatiempos en forma de desayuno. El primero es en la Pastelería Zaher. “Sé que empezar la jornada con un pastel de carne es un poco fuerte, pero es que el día promete”, comenta el ilustrador. No obstante, para los amantes de los sabores más convencionales para empezar el día, también merece la pena pararse a conocer el Verdementa y sus croissants de vértigo.
La siguiente parada nos llevará hasta el Centro Cultural Puertas de Castilla, situado al norte de la ciudad, un espacio contenedor de las tendencias artísticas y culturales que no encajan en cualquier sitio. Según el propio creador del mapa, “es todo un Murcia en Europa”.
De aquí cabe destacar el Festival Internacional de Cine de Murcia (IBAFF). Aunque, de por sí, también es un must de la zona el increíble mural que el grupo Kobra firma en uno de sus muros, con el rostro de Salvador Dalí.
Pero, si nos dirigimos hacia el sur, encontraremos el Centro Párraga, otro magnífico espacio que le da la mano a toda manifestación contemporánea: danza, teatro, exposiciones y, sobre todo, algo fundamental como es el apoyo a jóvenes artistas emergentes. De hecho, solo disfrutar del edificio en sí merece la pena.
A la sombra y rodeados de verde
Entre los dos centros culturales hay una ruta de parques que es de visita obligatoria y que, como veremos, define por completo la personalidad de la ciudad. Y es que una ciudad con sol murciano necesita vegetación; un merecido respiro a la sombra que solo regala el verde.
Es más, muy cerca del Centro Puertas de Castilla está el Parque Fofó, que además de ofrecer un increíble paseo entre la vegetación, también permite disfrutar magníficos conciertos en su auditorio, así como ferias de autoedición o jornadas familiares con ambientazo.
Tradición, sabor e instantes
El desayuno ha sido toda una experiencia, pero ya que nos hemos dirigido hasta el parque, podemos hacer una parada en el Kiosco Ben Arabi, especializado en cocina murciana. Desde su terraza se puede disfrutar su ambiente tranquilo y probar sus deliciosas alcachofas a la salud de Cervezas Alhambra.
También tenemos la opción de seguir caminando hacia el centro para encontrarnos con el Jardín del Salitre. Tiene un encanto especial, con senderos para movernos y hacer la digestión. Aunque, si nos hemos quedado con hambre, encontraremos muy cerca el Restaurante Perro Limón. Es un local original donde los haya y con una carta bastante complicada, sobre todo porque es muy difícil renunciar a algún plato. Ofrece una comida muy visual y súper sabrosa. En definitiva, una auténtica delicia.
¿Pero qué sería de Murcia sin sus terrazas soleadas? Es decir, el rincón por excelencia donde tomar unas cañas de Alhambra Especial y tapear verdaderos manjares. Uno de los favoritos de Fardo es La Plaza Las Flores es el rin. “Nos ofrece un sinfín de locales y es ideal para encontrarte con amigos durante el fin semana, reírte y ver a la gente disfrutar”, explica.
Por otro lado, es de parada obligatoria El Parlamento Andaluz, famoso por sus bocatas de ibéricos con pan crujiente y unas cañas bien frías. Eso sí, conviene se previsor porque es un lugar de referencia y suele llenarse.
“También hay un lugar al que llevaría sin dudarlo al compañero de Erasmus que ha venido de visita”, indica el artista. “Se llama Mercado de Correos y es un gastromercado ubicado en el antiguo edificio de Correos”. Este espacio se caracteriza por una variedad de propuestas gastronómicas y por su icónica ubicación, en un emblemático rincón lleno de olores y sabores. Pero, sobre todo, ofrece un plan animado, con mucho ambiente y mejor comida. Suficiente para que nuestra visita se lleve el mejor recuerdo.
Para finalizar el día, nada como dirigirnos hacia otro rincón verde donde despejarnos. Cruzando el río nos espera un merecido descanso en el Jardín de Floridablanca. ¿Cerrar los ojos un momento a la sombra? ¿Por qué no? Es en uno de los mejores espectáculos naturales de la ciudad. A veces es un bosque y otras un jardín botánico.
Solo recuerda: todo esto iba de perderse.
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