Siete restaurantes barceloneses que reivindican la experiencia de salir de tapas. Lo tradicional y lo internacional se suman en un paseo sorprendente por el lado gastro de la ciudad.
Por Esther Morales
La ciudad de las mil influencias, de los grandes iconos culturales y del terraceo infinito -con vistas a la montaña y al mar-. Vibrante, multicultural y sabrosa… solo Barcelona es capaz de combinar su espíritu de metrópoli por excelencia con el sentir más mediterráneo.
Una naturaleza única, que nos permite tener a mano los manjares locales en los platos autóctonos por excelencia. Pero, también, disfrutar de las propuestas internacionales más desconocidas o acudir a algunos de los mejores restaurantes del país, que presumen de estrellas, soles y tantos otros premios desde su puerta.
Es así como las famosísimas esferificaciones de Adrià, que nacieron en la ciudad, se permiten convivir con la tradición de elaborar paella todos los jueves que tienen muchos restaurantes, con los canelones del Día de San Esteve o con las delicias viajeras que llegan desde todos los rincones del mundo.
Dejarse llevar por la llamada del sabor es muy fácil en Barcelona. Más aún si en esta aventura gastronómica nos acompaña un crisol de inspiraciones como el de las variedades de Cervezas Alhambra, disponibles para acompañar las ricas tapas de estos siete restaurantes:
Sant Antoni Gloriós
Todo un santuario gastronómico, donde ni uno de sus platos está libre de pecado. En Sant Antoni Gloriós se rinde homenaje a la comida popular, pero también dejan hueco para propuestas gourmet, como las conservas, la charcutería o las recetas de autor. Es lo que en 2020 le hizo ganar un reconocimiento en la Guía Michelin y lo que hace de él todo un centro de reunión para poder deleitarse, bocado a bocado.
Comarca
La reivindicación de lo local es la clave de Comarca, que combina la cocina de mercado con deliciosas recetas internacionales y postres y desayunos que hacen de este local toda una perdición. Sus raciones, siempre elaboradas con producto fresco y con gran protagonismo de las hortalizas, son perfectas para un tapeo rápido a la salud de Alhambra Reserva 1925, o para una cena relajada y llena de descubrimientos, texturas y matices.
Tapeo, de Daniel Rueda
El arte de tapear es casi otro de los legados culturales de Barcelona. Así lo ha querido reflejar también el chef Daniel Rueda, con dos restaurantes imprescindibles para los amantes de las tapas. Tapeo del Born y Tapeo de Gràcia nacen con el objetivo de elevar esta experiencia gastronómica a través de una vuelta de tuerca y de la celebración de lo local. Lo consiguen a base de tapas tan sorprendentes como sus canelones de butifarra rustida con ceps o su cremoso de chocolate con pan, aceite y sal.
Paco Meralgo
Cualquiera podría pensar que Paco Meralgo es el nuevo chef estrella de la ciudad, pero no es más que un simpático juego de palabras que da nombre a este restaurante y que no pasa inadvertido. Su cocina, especializada en las delicias catalanas y mediterráneas, convierte a esta taberna -bulliciosa y con encanto- en la elección perfecta para degustar mariscos, pescados o arroces, perfectos para maridar con la versatilidad de Alhambra Lager Singular.
San Pedrito
Aires mexicanos para un concepto de restaurante que está a caballo entre lo tradicional y lo contemporáneo. San Pedrito nos conquista por su historia oculta: la de una licorería que surge en Cholula, México, que termina por desarrollar su aventura internacional en Barcelona. Su carta, repleta de colorido y comida muy auténtica, nos permite hacer un viaje hasta Puebla a través de los sentidos. El pretexto perfecto para conocer una de las gastronomías más deliciosas del mundo, sin salir de la ciudad Condal, con recetas como sus sopas con carnitas, sus quesadillas de langostinos o sus enmoladas picantes.
Santagustina
Tapas y más tapas, desde un entorno idílico y con el buen hacer de Santagustina. Este restaurante, ubicado en el corazón del barrio del Born, trabaja su producto desde una perspectiva muy gourmet, orientada a ofrecer toda una experiencia inmersiva a los comensales. Propuestas como su steak tartar con salsa de yema o el pulpo a la brasa con boniato y chipotle se suelen llevar todas las alabanzas, pero merece la pena perderse entre la amplia oferta de su menú y disfrutar del ambiente acogedor que ofrece el restaurante.
Bodega 1940
Esta no es una bodega como las que entran en nuestro imaginario castizo, sino que nos lleva a descubrir una cocina tan apasionante como la peruana. Y como no solo de ceviche se alimenta el hombre, en Bodega 1940 podemos encontrar multitud de platos para compartir, que van desde el lomo de caballa en escabeche limeño a su propia versión del lomito saltado, entre muchos otros. Un pequeño gran rincón de Barcelona que no debe pasar desapercibido.
Imágenes | Sant Antoni Gloriós, Comarca, Tapeo Born/Gracia (Facebook), Paco Meralgo (Instagram), San Pedrito (Instagram), Santagustina (Facebook), Bodega 1940 (Instagram)
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