Selecciona un país
clearRecetas
Por María José Amengual
Hay recetas que se preparan para ser disfrutadas en compañía, compartiéndolas con amigos o familia e intentando alargar al máximo ese instante para que perdure en nuestra memoria, del mismo modo que los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra elaboran cada variedad con la idea de que nos acompañen en momentos especiales, los aderecen, maximicen su encanto.
Solo valorando esas vivencias por lo que son, sabiendo que debemos saborearlas intensamente, degustando la vida, conseguiremos que los días transcurran a otro ritmo, sin prisa, brillando por lo que son: irrepetibles.
Una receta como esta empanada será la excusa perfecta para charlar en torno a una mesa y brindar con Alhambra Reserva Roja. Como ocurre en otras muchas recetas, esta admite variaciones para ser adaptada a todos los gustos. Estará deliciosa si al relleno se le agregan frutos secos, champiñones, guisantes o incluso trocitos de huevo duro. Nada como poner en marcha la imaginación para conseguir resultados deliciosos.
Tanto si la servimos como aperitivo, en trocitos pequeños, como si la preparamos para una cena informal y la llevamos a la mesa para que cada comensal se sirva la cantidad deseada, lo cierto es que esta receta requiere de pocas complicaciones para servirla y disfrutarla. Una ensalada de hojas verdes variadas será, en todos los casos, la mejor opción para aligerar el relleno de esta empanada.
Para maridarla, la cerveza ideal es Alhambra Reserva Roja, una variedad inspirada en las cervezas Bock alemanas. Una cerveza de ‘trago lento’, que requiere dejar a un lado las prisas para poder saborear en su totalidad. Es ideal para acompañar con la empanada de carne por su afinidad de sabores tostados y cereal, así como por equilibrio de gustos en boca entre la acidez del relleno y la cerveza.
Según parece, los griegos preparaban una pasta, conocida como philo, especial para ser rellenada. Esta pasta, de textura suave, crujiente y fina una vez horneada, pasó a hacerse muy popular, extendiéndose rápidamente hacia todo el Medio Oriente.
En nuestro país parece muy probable que su entrada viniese de la mano de los árabes en Al-Ándalus. Se atribuye a Tarig ibn Ziryad, quien dio nombre a la ciudad de Gibraltar. Los árabes preparaban una especie de empanadillas de trigo rellenas con carne de cordero conocidas como fatay o esfiha, así como otras variedades tanto dulces como saladas, que calaron hondo en nuestra cultura y que se fueron difundiendo con mayor o menor fortuna a todos los rincones del país.
Vota aquí:
Compartir