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Por María José Amengual
El verano no termina con la llegada de septiembre, sino que podemos seguir disfrutando de su esencia, también en la cocina, con recetas como este gazpacho, elaborado, en pocos minutos, con una de las frutas más características de la época estival. La sandía confiere al resultado final un sabor más dulce que el del gazpacho tradicional, que queda equilibrado con la acidez del vinagre y el amargor de la cerveza.
De equilibrio saben, y mucho, los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra, los cuales escogen los mejores ingredientes para crear variedades de cerveza que son todo un pretexto para regalarnos momentos inolvidables y sumergirnos en su mar de matices.
Septiembre es el mes de los reencuentros. Volvemos a nuestras rutinas con las pilas recargadas, pero con ganas de vivir al máximo los días, todavía calurosos, que poco a poco se van acortando. Mantenemos el dulce sabor de las vacaciones en nuestros labios, y por eso ideamos nuevas recetas con los ingredientes que todavía perduran y que nos invitan a experimentar, como este gazpacho de sandía, antes de sumergirnos en los productos que nos traerá la próxima temporada.
Al igual que al gazpacho tradicional, a esta versión con sandía podemos acompañarla con trocitos de tomate, pimiento, cebolla o sandía, y también con cuadraditos de pan frito o incluso semillas, como pipas de girasol o calabaza. Las posibilidades son muchas y dependen de nuestras preferencias, pero en cualquier caso se trata de un plato nutritivo y ligero con el que conseguiremos refrescarnos de inmediato.
Para maridarlo, nada mejor que una Alhambra Reserva Roja, una cerveza pensada para momentos especiales y capaz de desafiar los sentidos, con la que obtendremos un equilibrio perfecto por contraste de los sabores ácidos, dulces, amargos y salados del gazpacho de sandía con los similares de la cerveza. Una cerveza de trago lento, que requiere de tiempo para poder disfrutarse en su totalidad.
El gazpacho es uno de los platos más humildes de nuestra gastronomía. Nació en Andalucía y se usaba para dar salida a los trozos de pan duro que quedaban de los días anteriores, pues ya sabemos que antiguamente no se desperdiciaba ningún alimento. La receta original no llevaba hortalizas y estaba compuesta únicamente por agua, aceite y vinagre, aunque a veces se añadía almendras o ajo.
Con el descubrimiento de América se incorporaron al gazpacho otros productos del otro lado del Atlántico, como el pimiento y el tomate, que le dan ese sabor único. No fue hasta el siglo XIX que comenzó a popularizarse entre la burguesía, que le añadió los famosos 'tropezones' de hortalizas. Hoy en día el gazpacho es una de las recetas estrella del verano, pues resulta muy refrescante al tomarse muy frío.
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